lunes, 14 de septiembre de 2009

Vacío


Le pongo aromas nuevos, coloco adornos bellos, lo voy llenando de todo lo que encuentro, pero aun así el corazón sigue vació. Deje los recuerdos de los viejos amores junto con las tristezas de todos mis fracasos, porque sabía que dejándolos ahí iba a lograr ocupar mucho espacio, para no sentirme solo y vivir como el absurdo masoquista que he sido siempre, alimentándome con lo que ya no tengo e inspirándome en lo que nunca logre hacer bien, pero el corazón seguía vació. Recogí de la vida lo que nunca había vivido, los trasnoches, la lujuria al extremo, desvelos y resacas, y lo lleve a mi pecho y sentí la inmensa tristeza que produce el mundo material, y fue mucho de eso lo que lleve a mi corazón pero aun así seguía vacío. Te saque a ti, a pesar de que insistías en entrar, porque preferí darle cabida a muchos bajos placeres y asentimientos amargos, odio, frustración y desconsuelo, junto con ese conjunto sin sentido descrito con antelación, y por más que creí tener rebalsado el corazón estaba vacío, tal y como al principio, como lo dejaron los malos momentos del amor de la carne, te saque a ti a pesar de que tocaste a la puerta esperando entrar, y a pesar de que tu equipaje eran sólo maravillas que solo pude degustar un momento por ser egoísta con mi alma, con la vida que no es mía sino tuya, y ahora no me queda más que buscar la forma de traerte de regreso, si es que quieres, para habitar este corazón vacío.