miércoles, 10 de agosto de 2011

Desición













Dáme una sola razón para no amarte, y yo te daré un millón más para contra decirte, dáme un pretexto para alejarme, y yo te daré un millón de opciones para que escojas estar conmigo. Ahora, lo único que sería capaz de aceptar, es una razón valedera, que venga de tu mente y de tu corazón, que me haga entender que tú no eres para mi y yo no soy para ti. Dáme una sola explicación, concreta, convincente, certera, directa, que me diga en palabras claras y sencillas, aunque pudiesen ser duras, que me haga entender que somos como las dos vías de un tren que por cosas del destino se cruzaron, pero que hacer correr sus trenes sobre ellas al mismo tiempo, solo llevará a la tragedia y el fracaso. Hazlo, mirándome a los ojos, con el corazón en la mano, y sin dar un paso atrás; segura, sin titubear, con la firme convicción de que las cosas que dijiste son el resultado de una exsaustiva búsqueda de tu felicidad. Hablame Tú, como nunca, sin temores, que yo entenderé, por ilógico que te parezca, me daré la vuelta y me iré, le pediré a Dios que te bendiga y que nunca se aparte de tu lado, te daré un beso en la frente y sujetaré tu mano, y luego ya podré irme tranquilo y en paz, al funeral de mis sueños... y al terminar celebraré el natalicio de la nueva vida que me espera... talvés absurda sin ti, pero aprenderé a vivirla y lucharé contra viento y marea por sonreirle a cada día, no sin antes haber lavado mi alma con las lágrimas más puras, las que vienen del corazón... Pero... si al igual que yo no tienes valor para dejarme, al menos ten el valor de ir conmigo... hacia un paraíso hecho para los dos, donde nada importa más que tu felicidad y la mía, y permiteme estar contigo hasta el fin de los tiempos, en el que ni siquiera la eternidad nos alcanzará para amarnos y compartir ese sentimiento que solo tu y yo podemos describir, y que solo tu y yo podemos entender...

sábado, 12 de marzo de 2011



Que hermoso es sentir en mi corazón esa llama, una ilusión que crece y se hace más fuerte, como aquella planta que es querida y es cuidada, y da frutos que son buenos. Es tu amor, esa agua fresca que me llena de vida, ese rayo de sol que aviva mis anhelos, la razón de mi alegría. Cada noche pedía al cielo que llegarás a mi existencia, que te presentaras con todo y tu equipaje y que no dudaras en acomodarte, y así lo hiciste, y hoy solo puedo dar gracias a Dios porque no tardó en escuchar mes plegarias, ni tomo en cuenta mis errores, me premió con tus ojos, me condecoró con la medalla en la que se convierten tus brazos colgados de mi cuello, que une tus latidos a los mios, tu respiración con mi respiración, tu aliento con mi aliento. Eras tú la materialización perfecta de mis deseos, la esperanza de mi espera, la recompenza de mi búsqueda, más de los que yo podía merecer. Eras Tú, Eres Tú y Serás Tú, el motor de mis sueños, el final de mi estadío. Bendito el momento en que llegaste aquí, para apoderarte de mi coherencia, y me hiciste caer en la más hermosa demencia, la más sublime, la que me hace amarte, Tú y por siempre Tú, obra divina con labios de mujer. Qué más puedo pedir, que más puedo desear, que más puedo, querer, y a quién más voy a amar, si a mi lado estás Tú.

viernes, 11 de marzo de 2011

¡Súplica!


Necesito una oportunidad para arrepentirme de los errores cometidos, para pedir perdón por mis ofensas, para darte la flor que nunca te di. Me falta un abrazo que dar y otro que recibir. Hay muchas cosas que aún no he dicho, y que si no salen de mi boca o de mis manos voy a estallar. Una sola oportunidad para corregir, pasar el borrador y empezar de nuevo. Tengo muchos "te amo" que me faltan por regalarte y porque me regales. Un solo minuto bastaría, para calmar la sed de cambio que tiene mi vida, solo espero poder tenerlo, solo espero poder merecerlo...

Retrospectiva, Técnica Para Mejorar...


¿Que me vas a decir hoy?, que hacer un intento fallido cuenta como un esfuerzo realizado por mejorar tu vida; yo creo que no es la mejor respuesta, hace algunas no muy lejanas lunas respondiste lo mismo, y llenaste el espacio con líneas que parecían venir de un discurso elaborado para una charla motivacional, pero al final se quedó solo en palabras, como siempre. Recuerdo haber leído alguna vez en este mismo lugar la frase, "buenas intenciones" descubierto como una excusa de los mediocres para justificar sus inicios sin final, por cierto esto último te queda muy bien, como anillo al dedo, porque también recuerdo que en un principio te describiste con un "caminante de muchos caminos pero que ninguno de éstos ha concluido", y creo que así seguirás, te da miedo llegar al final, siempre ha sido así, nunca has sido capaz de dar todo lo que hay en vos. Por supues, es que es más cómodo ser un triunfador a medias, ser un reflejo de lo que uno pretende ser, pero no es. Pero al final, de esos inicios ¿qué queda?, nada más que el entusiasmo de empezar un nuevo reto, lastima que se vaya a convertir en un triste recuerdo de lo que pudo ser y no fue; eso es lo único que queda, la impotencia del fracaso, el anhelo de la victoria, y la esperanza de algún día llegar al fin a la meta. Pero el tiempo corre, y la vida sigue su curso, cada día que pasa nos hacemos más viejos, y las oportunidades van pasando, y de nada sirve voltear a ver hacia atrás si lo único que encuentro son muchos principios y ningún fin, no hay en el historial de mi vida una sola conclusión exitosa de un capitulo más del libro de mis logros, eso que se traduce en una batalla más que fue ganada, la verdad es que creo que es momento de regresar la mirada hacia el pasado y no para ver las ruinas del imperio que jamás se acabo de construir, sino para retomar las fuerzas y el entusiasmo que alguna vez tuviste. Para triunfar hay que trabajar viendo siempre hacia adelante, para dejar huella hay que luchar y sobresalir; para lo único que debemos ver al pasado es para no cometer el mismo error; por supuesto que una técnica que no has sabido aplicar, pero aún no es tarde, todavía es tiempo de cambiar.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Razones Para Vivir


La vida, conjunto de latidos y suspiros, un corazón trabajando al ritmo que el alma dirige, un lapso de tiempo en el infinito espacio, un préstamo sin interés con la única finalidad de realizar una gran inversión, ¿un regalo?, no, ¿una oportunidad?, sí, la más bella, la mejor, la posibilidad de dejar huella en este mundo material, contaminado si queremos verlo de esa forma, que si bien no es el lugar adecuado, al final es el único que se invento para nosotros, los seres extraños de carne y hueso, que cada mañana recibimos ese soplo que levanta nuestros espíritus a un nuevo reto, el reto de vivir, y no solo porque nuestro organismo aún funciona, sino para cumplir un propósito, ese de darle sentido al ballet de ese corazón danzante, para que sus compases de música se entiendan y extiendan, hasta el memento que su ritmo se detenga, y sea su director el que parta hacia un segundo estadío, ese que lo lleve al descanso eterno, a esas vacaciones merecidas por un buen cumplimiento de nuestras tareas terrenales, en el verdadero paraíso, gozando de plena felicidad y plena paz, ya que para eso trabajamos todos. Pero por el memento no hay que dejar pasar el segundo exacto en el que Dios nos permite de brindar una sonrisa, no hay que dejar tendida la mano del hermano que nos pidió ayuda, no hay que dejar de ver un nuevo amanecer; cada mañana hay que estar de pie, esperando el inicio de esa carrera que dura veinticuatro horas, que es una competencia cada día, donde derrotamos al hombre o a la mujer que quedó en el ayer, para darle paso al campeón de hoy, y preparar al luchador o luchadora del mañana, disfrutando de cada rayo de sol, de cada rafaga de del viento, de las gotas de rocio, del rosto de una madre, del rostro de un padre, del rostro de un hijo, de la mirada del ser amado que dice mas que mil palabras; del amigo que siempre esta con nosotros, del hermano que pide un consejo, y también del que lo da; de los altibajos y tropiezos que le dan sazón a la rutina, de la locura y la cordura, de los erroes y aciertos y sobre todo de los triunfos que nos imponen metas para el futuro más próximo. En conclusión de todas las cosas hermosas que inexplicablemente recibimos inclusive sin merecerlas, pero por estar protegidos por el más inmenso amor paterno tenemos, y que nos dan las fuerzas para continuar este camino, este tiempo, este préstamo, este reto, esta carrera, a la que llamamos vida.