Perdido en el camino, entre tribulaciones y tormenta, me vuelvo encontrar con los tropiezos de mi vida, el lado obscuro y vacío, vengo de nuevo a buscar entre los escombros algo que ya no necesito, como aquel insensato que recoge la basura para traerla a su hogar, y no como aquel que la saca porque hay que desecharla. Un abismo frente a mi, y siento que de nuevo estoy al borde, a punto de caer, y volteo a ver mi pasado más reciente y ahí estas tú, como el día que me salvaste, con tus brazos abiertos esperando a que yo corra hacia ellos buscando consuelo, buscando un refugio, pero no lo hago, porque me siento indigno de reposar en tu inmaculado pecho, sin mancha ni atrofio, pecho que guarda un alma pura llena de amor para mi, aún siendo yo un pobre diablo que ha buscado entre la mierda del mundo, lo que el paraíso celestial ya le dio, y me dan ganas de gritarte que no me llames, que no me esperes, que no merezco tu perdón, que no tengo el derecho de mirar de nuevo tus ojos negros tan profundos y tan hermosos como la noche, porque deshonre el momento en el que nos hicimos uno solo en maravillosa entrega, porque como los cerdos entre el lodo me revolqué, después de haber estado en tu aposento, junto a ti. Ah, no sabes cuanto me duele que me veas hoy así, tal cual soy, tan ordinario y miserable, a punto de saltar al vacío, yo se que quieres que me quede pero no se que hacer, creo que mi destino es éste por ser tan entupido, pero no quisiera que fuera así, porque al ver tu rostro pidiéndome que regrese a tu lado, mi corazón palpita a mil por hora y me grita que corra hacia ti, que tu efectivamente me perdonas por tu inmenso amor, y me imagino de rodillas suplicando que así sea, exclamando al cielo implorando misericordia y una segunda oportunidad, para amarte como mereces y cuidarte como se debe, para no seguir siendo ese cerdo, y ya no buscar más entre la mierda como el pobre diablo que soy...
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